Roscón de San Valero

No estamos próximos a San Valero, ni siquiera a Reyes, pero eso no es excusa para no hacernos un roscón. Un pedazo de roscón. Y si no te gusta porque eres de los que a cada dulce su fecha, pues cámbiale la forma, mételo en un molde, o trénzalo, ponle crema pastelera por encima, o chocolate, o... y disfruta de este brioche atemporal en cualquier momento.


Para currarte este manjar, has de empezarlo el día de antes. Venga, te garantizo que el esfuerzo merece la pena, aunque sea algo más laborioso. Eso sí, si puedes usar una amasadora, kitchen o similar, mejor, porque te ahorrará tiempo y nervios por si te cuesta incorporar la mantequilla.

El paso previo es prepararte una "masa madre" de levadura el día anterior, o sea, parte de los ingredientes que vas a usar en la elaboración, los mezclas y los dejas reposar toda la noche en la nevera. Así conseguirás mejor sabor, digestibilidad y durabilidad, ya no de este roscón/brioche, sino también de cualquier pan o masa que quieras hacer. 

Venga, vamos allá. Necesitas: 


Para el prefermento o masa madre de levadura: 

  • 100 gr de harina de fuerza 
  • 60 gr de leche tibia  
  • 2 gr de levadura fresca 

Para el roscón: 

  • El prefermento del día anterior 
  • 335 gr de harina de fuerza 
  • 60 gr de leche cocida con una cáscara de limón, otra de naranja, 1/2 palito de canela en rama y 2 cucharadas de postre de agua de azahar 
  • 2 huevos 
  • 80 gr de azúcar (parte de él, que sea avainillada) 
  • 30 gr de miel 
  • 85 gr de mantequilla 
  • 5 gr de sal 
  • 15 gr de levadura 

Paso 1: el día anterior mezcla en un tuper los ingredientes del prefermento, déjalos media hora a temperatura ambiente y luego lo cierras y lo dejas en la nevera. 

Paso 2: al día siguiente, mezcla en un bol grande todos los ingredientes incluido el prefermento, MENOS el azúcar y la mantequilla. 

Paso 3: añade el azúcar en 2-3 veces, amasando un par de minutos por vez. 

Paso 4: añade ahora la mantequilla fría. No es necesario a temperatura ambiente y mucho menos en pomada. Golpéala antes, córtala en cachitos y la mezclas con la masa toda de vez. Amasa hasta incorporar y tener una masa lisa y sedosa. 

Paso 5: deja fermentar "en bloque" durante hora y media, tapada y a resguardo de corrientes, en  una temperatura agradable. 

Paso 6: Vuelca la masa en la mesa, bolea y deja reposar 15 minutos. 

Paso 7: hunde dos dedos en el centro de la bola hasta atravesarla; poco a poco y con movimientos circulares, dale forma de roscón. Cuando el agujero sea más grande, usa ambas manos como si llevaras un volante, y dale forma. 




Paso 8: coloca el roscón sobre un papel de hornear y en la bandeja. Ten en cuenta que ha de fermentar 2 horas, por tanto procura que el círculo sea grande, no sea cosa que al crecer el agujero desaparezca. 

Paso 9: al cabo de esas 2 horas, pincélalo con huevo, decora con almendras laminadas o fruta escarchada. 

Paso 10: hornea 180º durante 18-20 minutos. 

Si no quieres hacer roscón, que te conformas con obtener un rico brioche, sigue los pasos hasta el número 7, que sería así: divide en dos la masa, dales forma alargada y las metes en sendos moldes rectangulares. 

Paso 8: fermentar durante 2 horas. 

Paso 9: pincela con huevo y hornea a misma temperatura y durante el mismo tiempo. 

Ahora ya depende de ti. Si quieres un roscón tradicional, sírvelo tal cual. Si quieres rellenarlo de nata, crema pastelera o trufa, lo abres con cuidado y procede a tu gusto. Si por el contrario lo tienes en molde, rebánalo y es estupendo para untar con toda suerte de cremas de cacao, mantequillas, mermeladas... para tostarlo o para prepararte un sandwich como si de pan de molde se tratara. 











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